12 de enero de 2010

AMOR... juego sin ganadores, cosa de mujeres

Hace unos cuantos meses leí que luego que has cortado con tu chica es ella la ganadora de un juego de seducción despecho y amor. Alguno

s pensamos que es así porque puede devolvernos la vida con una sola mirada o regalarnos la muerte con una sola palabra. En ese mismo momento hice un comentario: “en definitiva el juego del que hablas nos pertenece enteramente a nosotros, porque aunque ustedes (las mujeres) jueguen a darnos celos, no se dan cuenta que nosotros las superamos mucho tiempo atrás y que solamente queremos hacerles creer que nos importa para alimentar nuestro ego de “fui lo mejor de su vida, hay muchas más en la lista, en la fila y en la cama… no me hace falta”.

Hasta hace un par de meses quizá seguiría pensando lo mismo. Sin embargo, luego de pensarlo por tanto tiempo, me di cuenta que… joder hombre si tenemos sentimientos también. Estoy seguro que me dolería tanto como a mi chica.

Me llama tanto la atención analizar que nuestras mentes (de los hombres) piensan, operan y responden tanto ante las expectativas. ¿De verdad damos tanta importancia al qué dirán? ¿Es que existe alguna parte de nosotros que dejaría de existir si abrazamos, besamos, amamos, sufrimos o lloramos?

Fue hasta entonces que me di cuenta que el mejor sexo de mi vida no fue estar en la cama con una chica, sino mi primer beso, lleno de amor, de tímida pasión, tomado de su mano y colgado de sus labios… donde un simple “te amo” selló aquel dorado atardecer que viví en un paraíso sentimental. ¿Por qué no aceptar que la amo y que me hace falta en vez de seguir jugando a machito estúpido que se miente a sí mismo diciendo “ya la superé y está fuera de mi vida, estoy listo para emborracharme e ir a la cama con cualquiera para (ahora sí, bajo la influencia de muchos tragos) olvidarla con el ‘amor’ de una enfermera sexual”? ¿O sea que ella pone mi ‘amor’ en un pedestal mientras yo pongo su amor en un par de bóxers que al final de la noche los lanzo a la ropa ‘sucia’ y ‘usada’? ¿O en un bar donde al cansarme de la cerveza pido un tequila? ADMÍTELO… alguna vez lo pensaste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario